domingo, 1 de agosto de 2010

Pedaleando en tierra de locas.




Bienvenidos a Tailandia

Pedaleando en tierra de locas

El sol se escondía definitivamente y se hacia noche desapacible, acababa de cruzar la frontera y en la calle de entrada al pueblo hacía señales desesperadas. Las dos manos juntitas y la cabeza encima..."hotel", "guesthouse" decía yo, ya en tono de suplica. Los tais se arremolinaban y conferenciaban a cerca de mis extraños gestos.

La puta, decía yo; que puede necesitar un viajero de noche y con lluvia en puerta. Increíble pero como 10 min. para descifrarme el raro pedido. El hotel indicado era caro para mi presupuesto ajustado, las vueltas previas de reconocimiento me habían llevado por una callecita al fondo alguna vez pavimentada hoy una sucesión de pozos.
El hotel habia sido bueno en otro momento. El pasto largo, la pintura o despintura y cerramientos rotos o caídos evidenciaban el abandono actual del edificio.  Había alguien atendiendo las ruinas y entre nomás.

Foto: la violadora(e) cruza en ferry entre Malasia y Tailandia , Tak Bai primera ciudad
de Tailandia es poco frecuentada por turistas occidentales en cambio los malayos cruzan
atraídos por el turismo sexual.


Otros 10 min. de señas para preguntarle el precio. Que te puedo preguntar !! decía yo amargado, pensando en que si esto iba a ser Tailandia moriría en el intento. La habitación también, habiiiiia sido buena pero hoy solo quedaban pedazos de ella. Las Cucas del tamaño de la cama doble. Raro che, las habitaciones no tenían llave o mejor, habiiian tenido llave pero hoy ya no te la daban. Cagamos, hotel tomado dije, estos encontraron la ruina y se pusieron nomás.

Había salido a las 13 para cubrir solo 45 km. que separan Kota Baru, en Malasia, de Tak Bai; frontera poco usada por turistas en Tailandia. Es un cruce en Ferry, larga cola de camiones y autos que se mueven a uno y otro lado del río. Escasos 500 mts. de río café con leche, separan a ambos países. Va..... separan !!, los botes cruzan de uno y otro lado con tanta frecuencia como uno cruzaría de vidriera en cualquier peatonal.
El camino zigzageante te va introduciendo lentamente en Tailandia, los templos ahora Budistas y no musulmanes alternan con desprolijos localcitos de  venta de lo que venga, de todo.
La lluvia torrencial me hizo parar en una fábrica de muebles. Como rebusque vendía bicicletas, también unas bananas y alguna fruta en un puestito delante de la fábrica. Las joyerías por ejemplo pueden tener un tambor adelante y venderte dos litros de súper pa'la moto. Las despensas venden coca cola, 'papa frita' y aparte muelen coco. Todo mezclado, todo mezcludo, diría Gaby, Fofo y Miliqui.  Cualquier combineta de rubro vale con tal de mantener la caja movida.

 No sabía pero aquel río separaría dos culturas, dos formas distintas de levantarse a la mañana y acostarse a la noche. El agua y el aceite.


Un formulario y un sello y BIENVENIDOS A TAILANDIA

Y vamos carajo por el tercer país !. Tailandia es el mas importante destino de mi viaje y en el que pasaría casi dos meses.
Apenas cruzando el alambrado una muestrita de lo que es Tailandia. Un maremoto de puestitos, puestete, puestón, vendían desde una banana hasta un motor de lancha.
BIENVENIDOS A UN NUEVO MUNDO. Se habla medio gritado; el idioma tiene 6 tonos, cada uno le confiere a la misma palabra distinto significado.
Desde un insulto hasta una alabanza con la misma palabra y tono cambiado.

El hambre me atormentaba en la pieza del hotel tomado, con oficio de Dona Porota mejoraba los remiendos que transformaban a dos valijitas en mochilas para mi bici. Las cucas parecen Hamsters jugando con la bobinita de hilo. A las 21 empezó el Karaoke...... agarrate Catalina !!, pasión nacional en Malasia, también en Tailandia ?. El hotel contaba con un bar que en otros tiempos fue grandioso ahora destartalado, el griterío cantado se esparcía por todo el hotel.

Eran las 22, el tormentón había pasado y me habilitaba a salir del hotel. Ahora los truenos eran de mí estomago y el hambre se me hacia ruido. Salí de mi habitación para pispear el campo minado y ver si podía dejar mis cosas por un rato hasta conseguir algo para el enyante. El hotel tomado era ahora un ir y venir de tipos que se arremolinaban en el Karaoke. La cantante de turno con voz chillona, cada 10 tonos le pifiaba a 11, pantaloncito aleopardado, botas de Xuxa.

Foto: con los dias me di cuenta que las primeras impresiones no son buenas. Tailandia el pais que encontre con locas , gritos y que nadie me entendia , se transformo en un paraiso para el viajero. Cordialidad , espiritualidad , solidaridad , un Tai es bueno por naturaleza. En la foto dos obreros del caucho me muestran como se preparan las planchas para su comercialización.


El hotel tomado era un gran centro de prostitución donde los malayos venían a gozar de los placeres prohibidos por el Islam. Cerré la pieza con 45 mil trancas y menos mal porque tres veces parejitas un poco apuradas trataban de hacerse de mi habitación.

Esto será Tailandia ?, no me entienden un pomo, yo a ellos menos, cualquier hotel es nido de putas, la música al taco.Esto es Tailandia ?. Que quilombo !!!!

Un abrazo a todos.

Fernando.


De Tak Bai a Pat Ta Ni

Foto: impecable ruta pegada al mar , viajar en bici por Tailandia
 es fácil ,seguro y placentero
Con dedos de vieja

Le esquive a los palitos con cintura de acróbata y con la cuchara nomás revolvía la comida. Pedazos de ... pedazos de ... que carajo tendrá esto, decía mientras dejaba caer una sopaza con piedras y petardos. Muy sabrosa, muy condimentada, la extraña comida caía a mi panza que había estado sitiada por putas y malayos en celo. A la mierda decía mientras lastraba algo parecido al mondongo; no entiendo un choto, las putas salen hasta del pavimento y encima la comida.
Señale un termo pidiendo bebidas, me trajeron un liquido amarillento tipo whisky. Tal era mi desconcierto degustativo que no podía discernir si tenía alcohol o no tenia, la comida demando dos vasos de aquel liquido y en pedo no me puse, así que supongo que no tenía.

Si no me entendían agua, que mierda me van a entender mapa. Hacía como que abría un diario, dibujaba mapas en el suelo, hacía liñitas, hacia Tailandia.  Naranja la Fanta.  El expendedor de combustible de la estación, tenía la camiseta de Argentina , me ofreció desde nafta para la bici hasta cargarme la batería, menos un mapa de Tailandia.
Me hice a la ruta sin mapa sabiendo solo que iba al Norte y pegado a la costa.  Autopista doble mano con cantero al medio, dos carriles por mano, amplia banquina; impecable.

En mi cabeza se sumaban los desconciertos, ahora tampoco sabía donde iba. Me jugué en un par de cruces, la autopista se hizo ruta y llegue a un complejo muy lindo era como un gran barrio sobre el mar en zona de selva y palmera. La playa muy linda aunque algo fina.
Entré a Narathiwat y me hice de un set de mapas que me guiarían por Tailandia con precisión de relojero. Una señora con uniforme de doctora y auto de presidenta ,distrajo 15 minutos de su tiempo para guiarme a través de innumerables curvas hasta alcanzar una nueva autopista que me llevaría a Pat Ta Ni. Cordialidad Tai.

95 km. me separaban de la ciudad con nombre de cantante americana, la autopista impecable de poco tráfico, camino libre para avan... eran las 4 y ya mojado avanzaba entre la lluvia que se hizo torrencial. Entré en el primer puestito que encontré. Un quincho desvencijado albergaba a un hombre y a tres mujeres que manipulaban comida. Millones de moscas merodeaban las bananas fritas y el pescado que era destripado a mano por las mujeres. Las moscas vestían de negro todo, pero no molestaban, parecían parte del paisaje. Me hicieron unas bananas fritas que comimos junto con el hombre, sentados en una mesa  conversábamos en silencio y repasábamos todas las preguntas que uno le quisiera hacer al otro; la barrera del idioma es impiadosa y luego de frustrados intentos de conversación, el silencio hacía de contenido de la profunda charla. Las bananas estaban buenas, yo trataba de olvidarme que las moscas las habían amasado también.

La lluvia se descolgaba de a tanques, estaba a 50 km. de mi destino y si seguía lloviendo iba a partir si o si a las 17. Vino Sam, el hijo del hombre, tenía 28 años y hablaba ingles ya que había trabajado en un resort en las islas Pi Pi. Vestido de musulmán, con sombrerito y una camisa muy típica, era Viernes día Santo para los musulmanes y me explicó que esa ropa era especial para ese día. Charlamos todo aquello que guardaba en preguntas en la charla silenciosa. Me preguntó sobre la guerra y me explicó que Islam quiere decir paz y que él no creía que era una guerra religiosa.
A las 5 salí, la lluvia ya no era torrencial pero era lluvia. Los kilómetros parecían eternos y la luz se terminaba y se terminó nomás. De noche y absolutamente empapado, con dedos de vieja, entré en Pat Ta Ni. Después de tantas horas mojado había perdido el sentido del tacto y desarmando mi equipaje era incapaz de determinar que estaba seco y que mojado. La pieza amplia permitió colgar todo, ya que todo resultó mojado. El conjunto de bici y alforjas parecía estar tallado por un hornero. El barro amarronado de la banquina había disfrazado a mi equipo de hormiguero. Poner todo en orden me llevo todo el día siguiente en el que me dediqué a conocer Pat Ta Ni.

Los pescados me miraban con ojos de asfixia, con ojos de me clavaste un supositorio de hielo, gordos, flacos, anchos, finos, largos y cortos. Los pollos colgaban agarrados del marote que acá no se lo sacan, atrás del vidrio de un aparador, las especias en grandes bolsas y tarros le ponen color al conjunto. Aaahhhh, como me gustan los mercados populares !.
Caí justo el sábado, el día de la gran concentración y miles de puestitos se apretujaban en unas 5 manzanas. En el suelo, sobre motos, sobre maderas, cualquier manera de exhibir los productos. Hay además choclos, frutas, carne de vaca y lo que venga. Los estrechos pasillos hacen correr vahos indescriptibles.
Foto: los mercados son fascinantes de colores , productos , carnes raras , olores igualmente extraños.

Un gentío ebulle en charlas y en pujas. Uno cree que en algún momento escuchara, "che culiau dame un poio", pero eso nunca ocurre, el Tai multitonal con subidas y bajadas de voz no se entiende un pomo.
Espectáculo aparte es ver como se transporta todo esto. En moto.
A las motos les ponen carros; carro al costado, carro adelante, carro atrás, con suspensión o sin, carros y carros. He llegado a contar 8 personas y pertrechos 'empujados' por una motito 110 centímetros cúbicos. La enorme feria se desbarata con desordenada marea de motos con carros que se pelean por estrechos pasillos. La feria, impresionante.

Esto es Tailandia, un gran desorden; Para mí, un agradable desconcierto.

Un abrazo a todos.

Fernando.


De Pat Ta Ni a Songh Kla

Mi tío es un ají

La selva abierta se hacía aspas, se hacía molinos con gigantes plantaciones de palma aceitera y de coco.  Ruta y después carretera doble mano con cuestitas a veces, otras veces plano. Después de algunas horas de pedaleo se produce un raro fenómeno. Si la pendiente es leve, mi vista es incapaz de determinar si sube o si baja. Las piernas ya adormiladas por el esfuerzo tampoco brindan evidencia, solo la marcha y el velocímetro brindan alguna información más certera.

Cada tanto el mar sonríe entre las palmeras para esconderse luego atrás de montañas tapizadas de sol, selva y palmeras. El día caluroso (aunque no extremo, 32º) hace que las botellas de Coca o agua se evaporen en mis brazos y en todo mi cuerpo. A esta altura del proceso de adaptación al calor soy una especie de gran radiador y miles de poros hacen las veces de fuentes para eliminar agua y calor. Mantener la mente ocupada y distraída del pedaleo y del camino es muy bueno para llegar más fácil.

 Hoy se me había pegado ese hit del grupo cuartetero Trulala, que dice: “No sé si te gusta así, mi tío es un ají, no sé si te gusta así, mi tío es un ají”, bonita pagina musical pensaba para enseñarselas a mis sobrinitos Franco, Lucila, Pomelo, María Cruz, Pilo, Gero, Valen, Vicky, algunos que todavía estan en la panza y otro que va a venir del cual soy el orgulloso padrino.
Y chupate esa mandarina.


Discografia de Trulala:

  • 1984, Mi tío es un ají
  • 1985, La gata me vuelve loco
  • 1986, A todo gusto
  • 1987, Espectacular
  • 1987, Únicos

Foto: documento lo dicho de "trula" con su frondosa discografía


Las granjas de acuacultura son enormes piletones removidos por unas aspas que oxigenan el agua de los estanques. Una última subidona y bienvenidos a Songh Kla, ciudad costera satélite de la gran capital del sur o la Bankok del sur como le llaman a Hat Yai.
El intercambio con Malasia hace que esta ciudad mediana tenga una infraestructura hotelera desmedida. Y claro, que puede aportar Tailandia aparte de cosas baratas, sonrisas y cordialidad?.....sexo.  A esta ciudad vienen los Malayos el fin de semana y dejan en su país el gorro, la túnica y el libro del Islam para encamarse con cuanta Tai les alcance la guita.

Los hoteles 5 estrellas se levantan en cada esquina. Grandes shoppings de buen nivel y un universo de puestos de frutos típicos, comidas y de todo un poco.  Mi objetivo en esta ciudad no eran las locas sino comprar mi guitarra. Toda la etapa de Singapore y Malasia la hice sin esta valiosa compañía de horas largas. En Malasia anduve por muchas ciudades y los negocios de instrumentos musicales son tan frecuentes como los de esquí alpino. Luego de larga recorrida me hice de mi guitarra, chatita, hermosa, suena lindo y medianamente barata.

En las ciudades te movilizas en Songtawek. Son esas heladeritas con ruedas que antes de la llegada de las Trafic hacían de transporte escolar en Argentina. Acá los pintan de azul, son abiertos atrás como camionetas, con dos asientos donde se apretujan 15 personas.
El sistema funciona así. Lo paras. Le preguntas si va a tal lugar. El chofer con la cabeza te dice que si. Después te lleva a la concha de la lora y encima cuando bajas le tenes que pagar.

En Songh Kla les recomiendo el Guest House, Amsterdam; una pareja de Holandeses con los que cantamos a la noche son los dueños de un muy lindo establecimiento y restaurant.

Un abrazo a todos.

Fernando.

Escriban !!.
Fernando desde Bankok y VAMOS MIERDA !.



Bankok , Bankok , Bankok  
la  violadora(e) había dormido con el apero puesto y enriendada, cogote mirando para la ruta. Dormí en uno de los bungalow mas caros que pague (9 U$), en una playa distante a exactamente 153 km. de Bankok. La apuesta era entrar en el día, cosa que no sería fácil ya que la gran Bankok es gigante y congestionada.

En esta ciudad viven mas de 16 millones de personas y debe haber otro millón de turistas porque hay unas calles que parece que estuvieras en Berlín.

Enorme travesía para llegar a Bankok, el viento de frente me viene torturando desde hace 6 días y ha sido una barrera mental (sobre todo) difícil de superar. Es como si alguien te pusiera una mano en el pecho y no te dejara avanzar. Las banderas parecían de madera, extendidas por completo, un chasquido cada tanto hacía comprender que eran de tela nomás.

Llegar a Bankok es como una meta intermedia, han pasado exactamente 3230 km. desde mi partida desde Singapore, mas que eso, tantos paisajes, ciudades, personas, sonrisas, helooows, tantas cosas han pasado y las que vendrán. También quedaron en el camino unos 8 kilos !!!. Me voy a Laos urgido por los tiempos de la Visa que se me vence el 26.

Entrar finalmente no fue tan difícil, el transito es tan enmarañado como puede ser en Buenos Aires y yo venía endemoniado disfrutando del triunfo. Una verdadera horda de Europeos pasean por las calles más turísticas, me choque con esa realidad y tan shokeado quedé,  que no tuve tiempo para mi Sapukai que emularía a aquel de la salida.

Bueno, hoy tengo menos imaginación que un litro de agua, los dejo y les cuento luego.    Escriban !!!!, recibo mails a cuentagotas, los respondo a todos.

Un abrazo a todos.

Fernando.

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