jueves, 8 de julio de 2010

Porque pude hacer lo que quise hacer

De Svay Rieng  (Cambodia) a Long Hoa (Vietnam)


Porque pude hacer lo que quise hacer

La frontera a 50 km. me llamaba, tenía que salir de Cambodia que me estaba maltratando todo lo que quería y algo más. La ruta no mejoro nada, esto es Cambodia. Tanto la ruta de entrada desde Tailandia, como la salida hacia Vietnam, sus vecinos prósperos son de tierra o estado intermedio y en condiciones lamentables. Los Hellouuu acá se cuentan de a metro en metro y es un verdadero laburo contestar.

Me encontré con un viajero alemán en moto, Honda Transalp con semblante de camión y novia japonesa de acoplado. Muy cordiales y divertidos venían de Vietnam y me dieron las peores referencias de la gente. Venían huyendo. El encuentro fue en el medio de la nada y de entre palos y pozos, aparecieron unos 50 flacos/as y chicos que se arremolinaron a contemplar el raro encuentro.
 Los chanchos también viajan en moto en Cambodia; dirán ustedes, en acopladitos ?, no. Arrastrados, haciendo trekking ?, no. Sino que van sentados atrás del conductor. Y les hablo de chanchos de 80 a 110 kgs., nada de Porky el chanchito.Una señora cargaba un chancho de unos 100 kgs. en una motito de 70 cc.. Al animal le atan unos palos y van tiesos atrás del conductor. Meada y el sólido viene nomás entre pozos y giros. Es muy divertido verlo.

La frontera parece una amenaza, asusta. Seca imagen comunista, el rojo, el martillo, la oz. La bandera que recuerda bastante a ello, rojo con una estrella amarilla al centro. Había que mentalizarse para el nuevo cambio. Pero podría haber algo mas duro que Cambodia ?. Ser argentino ayuda, aunque sea increíble; y los agentes de inmigración de Vietnam con fama de difíciles y coimeros hicieron todo fácil, rápido y barato. Maradona, Batistuta, Verón y el burrito Ortega me ayudaron a pasar el siempre estresante trámite.

Los retorcijones me torturaban entre trámites y declaraciones (Violadora(e)). Hice un kilómetro de la frontera y un campo bajo y una palmera también baja hicieron de baño de campaña. Diagnostico: diarrea furibunda, de esas de Cambodia, que te dejan exhausto.

Quedaban 50 km. y con piernas de vieja tenía que llegar. Los chizitos que hace rato eran biela y pistón eran ahora un flan. La fuerza se evaporó con la diarrea y el calvario empezaba de nuevo. El paisaje era esperanzador, de un lado Cambodia, amarillo y pasteles, arroz cosechado, paja seca.

Cruzando el arco de la oz se hizo primavera y los verdes se proponían a cada centímetro de tierra. Los vietnamitas han reparado sus sistemas de riego y eso les permite al menos 2 cosechas anuales. Maestros en el arte del arroz, las verduras y algún cereal, todo regado por manto en sistemas muy prolijos. Ahora los sombreros en cono andan en bicicleta, las rutas están atestadas de bicis y motos. Millones de motos.
Otro arte prolijamente cultivado en Vietnam es el bocinazo violento. El tránsito es caótico y todo se dirime a bocinazo limpio. Los camiones y bondis tienen unas capaces de voltearte y van apretadas siempre.
Las rutas mucho mejor que en Cambodia, pero ni cerca de la perfección Malaya o Tai. El shock fue profundo, y entender esta nueva realidad no fue tarea fácil.

Con patas de hilacha me dirigía a Long Hoa ya que no encontré alojamiento antes. Yo creí que iba a una ciudadcita, pero claro, esto es Vietnam. Pedalee unos 15 km. de cuidad y nunca llegaba y las motos, los cruces, las frenadas y los saludos. Estuve 2 horas buscando hotel, acá todo es caro; finalmente luego de arduo regateo bajé los 9 us iniciales a 5. Ya la onda guest house con poquitas piezas y administración familiar quedó atrás. Acá es el hotelazo viejo a medio mantener si es del estado. Si es privado todo mejora.

Long Hoa es la capital mundial del Caodaísmo, religión que trató de rescatar lo mejor de cada religión; Budismo, Catolicismo, Islamismo, Induismo, Judaismo y otros ismos. Hay una catedral en una gran plaza - boulevard y el estilo es un menjunje, igual que el credo. Me tuve que quedar otro día mas tratando de recuperar peso y fuerzas antes de llegar finalmente a Saigón.
Foto: Templo Caodaismo una religion sintética creada con lo mejor de cada una. El templo en principio no conjuga muy bien los estilos.
Cuando quise salir me di cuenta que la pobre Violadora(e) también sufrió el furibundo camino y tenía nuevamente 3 rayos cortados. Todavía se podía andar y arranque nomás. La ruta hacia la capital era literalmente un serrucho y bastaron 12 km. para que la Violadora(e) clavara las guampas. Rueda trasera a la miseria. En un caserío un flaco le puso unos rayos nuevos y seguimos camino a la capi. Ya 40 km. afuera de Saigón el infierno hecho ruta, tráfico come nervios, bocinas, motos, bondis y camiones. Lo que mas impresiona es la cantidad de motos. Son ríos interminables de virulencia incalculable. Cruces, frenadas, finitos y bocinazos se suceden a cada segundo.Me esperaba arrabales industriales, pero no. Acá es gente y gente y negocitos de comida y despensita y negocitos.

Desde Phnom Pehn a Saigón, nunca olvidaré este recorrido.Camino de infierno, la salud que no acompaño.Llegue a Saigón con gloria por el empeño, por la lucha. Porque aún sintiéndome desolado entre tanto polvo y tanta fiebre pude hacer lo que quise hacer.

Abrazos a todos.
Fernando.

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