jueves, 8 de julio de 2010

Vietnam Paraiso e Infierno

Reviviendo Verano Azul y Relatos de costa y Montaña
Queridos Amigos:
Acá les mando unas croniquetas.
Son de mi recorrido por la costa de Vietnam, parte central del país. Pónganse las pilas, escriban y cuentéenme algo puloil. De lo malo me entero de todo.
Leo diarios y noticias por Internet. Lamentablemente de lo mas completo.

Abrazos a todos.
Fernando.

De Phan Rang a Nha Trang
High way 1 Paraíso de Dios, Infierno Vietnamita

¿Quién me creería si les digo que ayer estuve pedaleando en el paraíso?. Era en montañas templadas, árboles, velocidad y vértigo. En cambio el viento seco y violento me apretaba el pecho y me invitaba al sur aunque yo iba al norte. La ruta plana transcurría entre montañas secas, rocosas, yermas, podría ser La Rioja, pero no lo es. Cualquier arroyito es canalizado y la sequía se convierte en verde violento; arroz, comida base en la dieta vietnamita.

Después cambio violento y frustración. El viento feroz hacía que la marcha sea lenta y la Violadora(e) se queje de la presión. Las patas apretadas, el viento que no afloja y obliga a velocidades ridículas como 12 km./hora. La ruta se pierde entre los valles y 110 Km. así, serían una tortura china o más bien vietnamita. El destino es Nha Trang, las mas conocida playa de Vietnam.

El cielo esta bien despejado y las horas de sol lustran mi cara que es un espejo al momento de la foto.

Por largos kilómetros un valle es mil piletas; granjas de acuacultura crían langostinos y peces para alimentar a 78 millones de bocas. Unos ranchitos diminutos casi se caen al agua, desde allí los chiquitos mocosos me saludan con gritos lejanos que se pierden en el viento.

En la parada para comprar agua y hielo los chiquitos con mochilas y uniforme se arremolinan alrededor de la Violadora(e) emponchada e indefensa. Los diablos tocan todo; ya he desarrollado una astucia en mi defensa. El primero que toca se liga un buen cachetazo en la mano o una buena patada en el orto. El castigo se modera con mis risotadas y los demás chicos se mueren de la risa. Otros amagan a tocar la bici, yo les concedo el beneficio del golpe errado, entonces mas risotadas.

El viento es errático "gracia a Dio" y por la tarde es cruzado, no frontal. El camino ahora es ondulado, el arroz es verde que encandila en cada valle. Las montañas se van poblando de a poco con arbustos, árboles y bananeros. Entre a Nha Trang con las patas apretadas de tanta tensión en el día. La entrada es bien larga y me clave un perdidón bastante considerable. En una esquina cualquiera me senté a descansar mientras Diosito cambiaba sol por luna. De noche encontré las luces turísticas el neón de hoteles, bares y más hoteles, restaurantes y pubs. Esto es bien grande.

El hotel, obvio el mas to-bara (4 Us) pero esta muy bien. Le entré a unos rollitos típicos vietnamitas. Son unas tapas de masa tipo panqueque pero más fina y transparente. Haces un rollito con verduras y carne de cerdo y te lo mandás así como quien emboca un cañoncito de dulce de leche. Rico y muy barato, 1 dolarcito.La fauna turística es variada, europeo grande mediano y chico, ponja en grupo y ponja joven de a 2 o 3, nunca solo. El castellano "me se olvida" y añoro encontrar alguien para poder expresarme mas libremente. Mi ingles mejoró mucho pero nunca es como la lengua madre.

La playa es muy linda, arena finita y blanca muy suave, palmeras en un cordón de 50 mts., costanera impecable. Es una larga playa de 5 Km., el turismo internacional se concentra en apenas uno. Los vendedores son insoportables, al menos 30 por hora, encendedores, anteojos, hamacas, libros, postales, gaseosas, bijouterie, comida y la concha de la lora; todo te tratan de vender. A veces hacen cola para molestarte, la táctica del dormido no funca y te patean, te gritan y joden al por mayor. Ninguna táctica funciona, en cambio hay que aguantar estoico el asedio. Los vietnamitas se caracterizan por arruinar cualquier paraíso y la cosa llega a ser tan pesada que te hace olvidar de lo lindo de la playa y el mar.

Pase 3 días de playa y excelente comida. En lugares tan populares es difícil encontrar los viajeros de largo tiempo, normalmente mis amigos. El día de mi cumpleaños (26 de Febrero) cené con unos ingleses que viajaban en bicicleta. Habían comprado el equipo en el sur de China y estaban en la ciudad haciendo un diving Master. Nha Trang es un reconocido centro de buceo y las escuelas proliferan en cada esquina.
Dejar estos lugares cuesta, ya que uno se siente cómodo en hotel bueno y con comida buena y barata. La gente no estuvo tan bien.


De Nha Trang a Tuy Hoa

Reviviendo Verano Azul

Jaaaavi, Jaaavi me repetía recordando al personaje de una serie que veíamos con la Machuki y Silvina en un diminuto tele blanco y negro. Era “Verano azul”, serie española, todo transcurría en unas costas montañosas y las que yo estaba viendo eran tan o más lindas que aquellas imágenes de archivo.

Brutales cuestas voladas sobre el mar azul, el precipicio se llenaba de serena espuma blanca, cientos y cientos de metros mas abajo. Multitud de barquitos de pescadores palenquean mansos en bahía soñadas; los pintan de azul y mil pintitas de distintos colores. Los esfuerzos y las brisas de mar se funden en interminables cuestas.Del otro lado las montañas le ponen baranda verde intenso, la ruta es apenas una llaga que no termina de treparse, tampoco de caerse. Las curvas en balcón obligan a la foto: bárbaro.
Las vistas mejoraban con las horas y las bahías que antes eran postal, ahora eran imágen satelital, un corte en el mundo. Y aparecían otras tantas bahías, trazos caprichosos y algunos islotes y los barquitos ya son cáscara de nuez. Monumental recorrido 126 Km. para llegar atorado de imágenes, con cansancio pero lleno de satisfacción.







Foto: las bahias que hace un rato eran postales se veian ahora como imagen satelital , un corte en el mundo.






Jaaavi, Jaaaaavi repetía mientras me dormía, fundiendo vivencias actuales y maravillosos recuerdos de la niñez.


DE TUY HOA A QUI NHON

Ahora éramos una mancha Argentina entre tanto blanco, entre tanto relieve. Las dunas blanquísimas se abrían para dejar pasar a la nueva ruta y en ella al viajero en bicicleta. Impecable, poco transito por fin, ambiente mas relajado. Cuando crees que lo has visto todo te volvés a sorprender; ahora las dunas acompañan a las montañas, el mar azul se dejaba ver cada tanto.

Por unos 20 Km. parecía estar participando del París - Dakar. Después la ruta se metió en las montañas y en fabulosas cuestas y bajadas recorría bosques hermosos. En una bahía que era ahora mapa titilaba el neón de algún hotelazo. Y las curvas iban y venían y la ciudad puntito cada vez se hacia mas presente.

Esta es la parte linda, era un codo nuevo paralelo a la Highway 1.
Highway tu hermana !!!!!. La ruta que une Saigón, capital del sur, y Hanoi, capital del norte, es un hilo o ancha playa o tierra y pozos. Irregular estado; lo que sí es regular es el bocinazo artero de gigantes camiones y atestados bondis. El tráfico es constante, el picantito si hacia falta, se agrega en quichicientos pueblos, ahí la ruta se hace calleja con cientos de puestitos y negocitos y motitos que se cruzan con movimientos caóticos. El bocinazo en estas partes es permanente. Los bondis tienen como dos megáfonos largos puestos en el techo, el sonido es aterrador, te hacen la gran Tayson: te roban una oreja. Ahora me clavo medio kilo de algodón en cada oreja para evitar la sordera temprana.

Recuerdo la opinión de muchos ciclistas que dicen que esto no es indicado para la bici. Tienen razón. En algunas partes es una tortura, esto es Vietnam donde 78 millones de almas se apretujan en una superficie igual a la de Italia y son capaces de arruinar un paraíso, y lo hacen y de que forma !.
Entre tanto quilombo un placer gigante. Iba bajando una cuesta cualquiera y enfrente otro ciclista occidental. Buscando algo de compresión a mi cansancio me cruce de mano y me enfrente a su marcha.
Hola amigo !, que emoción verte otra vez !. El gran Henrik Schumacher otra vez. Él se tomo el tren al norte y ahora venía bajando. Repasamos los aconteceres de los últimos días tomando agua de coco.

El sufre igual que yo el infiernillo de la ruta y me comentó de la nueva ruta que aún no figura en los mapas. Gracias amigo por la cordialidad de siempre.Que la vida te dé lo mejor y espero podamos compartir algún otro viaje en bicicleta. La larga bajada me traía los neónes de la bahía, grandes hoteles y edificios, boulevares alumbrados que me aprendía desde arriba como viendo una maqueta. Entré anochecido con sensaciones variadas. La maravilla del paisaje, el gran Henrik y toda la imaginación del vietnamita puesta al servicio para transformar el paraíso en infierno.

Abrazos a todos.
Fernando.

De Qhi Nhon a Quan Ngai

Maratónico escape

Acá se lastra de lo mejor, yo le entro al chancho asado con arroz, claro y un plato gigante con tomate y pepino. No creerán que la carne es tan generosa como en la Argentina. Es un platillo como para apoyar el café con unas tiritas de carne; eso sí, deliciosamente preparada. El "combo" que incluye una Pepsi cuesta entre 1.8 y 2 dólares. La sal no existe como condimento de mesa, en cambio hay un líquido con color de vinagre que oficia de sal. También tiene un poco de olor a pata, pero hay que acostumbrarse. Los lugares donde yo como son unos cuartitos con mesas y sillas plásticas, con manteles que aguantan lustros sin conocer el chapuzón. Los vietnamitas son asquerosos y mandan todo al suelito nomás. Los huesos, las partes duras, las servilletas usadas, las sobras y el gallo artero; todo va al suelo. Y el suelo se barre cada unas cuantas horas.
El arte consiste en encontrar lugares limpios y confiables. Si no me hace mal, repito el lugar y normalmente también el plato elegido. Uno aprende montoñes del físico, de las energías que hacen falta, la permanente inseguridad de la comida y la constante alta demanda hace que se preste mucha atención al tema morfi.
Foto: Mi cara no aguantaba una hora mas de sol con un trapo me tapaba lo mas que podia , como una doña Jovita del pedal.
Qui Nhon tiene una playa muy linda solo visitada por algunos locales. Las chichí se bañan con remera y bermudas o pantalón largo. La cámara de bondi o "bomón" se usa como juego de agua en todo el país.
No hace falta ser un sabueso batata para olfatear el puerto. Los aromas se esparcen por kilómetros. Secan los pescados al sol en inmensas rejillas, el olorejo resultante como baño de estación de trenes.

Los vietnamitas me tienen las bolas llenas. Aún cuando tratan de ser agradables son mas pesados que rosario 'e bocha. Cuantos episodios ruteros desagradables !. Un pelotudo tratando de ayudar en una cuesta me empujaba desde el clavijero de la guitarra, casi me voltea. Otros pelotudos me tiraban piedritas mientras me tomaba una Coca en una estación de servicio. Cien mil pelotudos más te encierran con sus motitos. Un pendejito de unos 6 años en vez de saludarme le ató una patada a las alforjas que casi las descose. En los hoteles los pelotudos la torturan a la pobre Violadora(e) que indefensa tiene que aguantar el toqueteo. Todo pelotudo en todo restaurant trata sin permiso de darse una vueltita en tu bici. 78 millones de Vietnamitas me han designado profesor honorario y no rentado de su precario ingles.
“Where ar' yu from”, “wher' yu go', what yor naim”. No pretenden ninguna respuesta sino saber si dijeron algo en otro idioma. 10 veces es simpático, 50 aceptable, al número 1.000 lo queres correr a sartenazos y al 78 millón le deseas la horca.

En resumen, esto está lleno de pelotudos. En su defensa debo decir también que hay una minoría que no lo es. El cansancio de la gente me lleva a planear un largo día de 183 Km. Eran muchos (los pelotudos) y parió la abuela. Los primeros 100 Km. del día parecían un completo pueblo. Las casas al lado de la ruta no terminan nunca.Llegué al límite de la desesperación cuando elegí un lugar para parar y 20 vietnamititas me rodeaban y tocaban y te tiran de los pelos de las gambas y brazos (acá son lampiños). Tratando de evitarlos recorría 1.000 metros mas y de entre las palmeras otros 15 te revoloteaban y jodían mientras tomaba agua. 500 metros mas allá por generación espontánea otros peladitos aparecían con más y más imprudencia y ganas de joder. Helllouu, helllouuu, helloooouuu, te ametrallan mil veces, mirás para otro lado y estos discípulos de Fredy Kruger se corren y se clavan justo al frente. Mires para donde mires tenes un vietnamitita que avanza con los garfios dispuestos para la cagada.

Durante 50 Km. quise parar y no pude. Me sentí acosado sin privacidad alguna. Me paré en una larga recta en un valle que tenía un arrozal. Entre los verdes detecté un sombrerito en cono que por unos minutos describía movimientos aleatorios. Pero después con destreza de geómetra trazó una recta entre las aguas y se apencó justo al frente. Con ojos grandes la mujer se detuvo a auscultarme con su mirada.

Se pararon unas motitos también. Yo a estas alturas ya busco una torre de alta tensión donde abrazarme y encontrar una muerte rápida y digna y no tener que sufrir el calvario vietnamita.



Jamás olvidare el episodio en el que iba andando y una botella de agua plástica se me cayó del equipaje. La botella rodaba por la ruta, yo me pare a recogerla. Yo logré parar con los potentes frenos de la bici y la botella venía aún rodando. Nunca olvidaré que antes que la botella se haya detenido yo ya estaba rodeado por 10 vietnamititas que con la mano extendida...me mangueaban guita. Todo el episodio habrá durado 30 segundos. Una postal del acoso vietnamita.La falta de privacidad, el sentirse observado todo el tiempo es desesperante.

El camino, una larga alternancia de ciudacita de marcado poluto, montañas verdes de árbol y bananero y valles que parecían sacados de una zamba. De mil colores de verde. El arroz brilla distinto en cada parcelita y a la tarde tienen el resplandor de un escenario.Cuantos vallecitos habré cruzado y dejé atrás miles de miles de sombreritos en cono, cada uno de ellos con una sufrida historia de trabajo. El trabajo en el arroz es casi completamente reservado a las mujeres que además deben cuidar los niños y hacer cosas de la casa. Muchos hombres se rascan el higo o atienden negocitos de tres Cocas y 2 turrones (o sea se rascan el higo).

Llegué en buen tiempo a Quan Ngai pero estos kilómetros tan atestados se hacen sentir y pasé una hora sentado recuperándome y tomando algo en la puerta del hotel.

Si frescos son insoportables, imaginate chupados !!!!.
Entré al restaurant y uno de los clientes me invitó una cerveza. El tipo, profesor de una escuela, daba matemáticas pero tenía amplia cultura. Nos pusimos a hablar de religión y filosofía. Cuando apareció el que faltaba.... El amigo del primero, un borracho empedernido. Este otro había sido un destacado profesor de filosofía, hoy ensombrecido por hectómetros de alcohol. Este hijo de puta era tan pesado que yo ya exploté y nos tuvo que parar el amigo para evitar el directo a la pera. Después del episodio la charla siguió como nada. Cosa de borrachos.

Tranque la puerta de la habitación y disfruté por primera vez en el día la placentera sensación de estar solo y en silencio. Cosa casi imposible en un infierno de la privacidad y el respeto, llamado Vietnam.

Abrazos a todos.
Fernando.


Vietnam Infierno y paraíso

PARAÍSO
La gente
Hay mucha gente de cordialidad y ayuda total. En Myto estuve en la casa de un artista que me invitó a comer en reunión de amigos. Tomamos una cerveza y tocamos la guitarra. Al otro día me paso a buscar para el desayuno antes de la partida. Las motos me siguen en mi carreteo. El récord total es de 70 km. de compañía. Desde Saigón a Myto, un chico estudiante de unos 24 años me acompañó en el trayecto. En los últimos kilómetros un ciclista vietnamita se unió al grupo.
Paisajes
Foto: Los arrozales te atropellan las pupilas en todo recodo de la ruta , los verdes varían y le dan un escenario espectacular a la ruta

En Vietnam central, la ruta se contornea entre montañas verdes y el mar azul petróleo. Soñados paisajes para donde uno quiera apuntar. En Dalat, zona de montaña, la forestación de pinos mezclado con cultivos en terraza obligan a la foto cada 2 metros. El delta del Mekong no es particularmente panorámico, pero la vida en el agua tiene su encanto. Entre Na Trang y Qui Non pedalee entre dunas blancas, mas allá palmeras, de telón el mar y las montañas.
La comida
En mi gusto, la mejor del sudeste asiático. Sutiles combinaciones de sabores, colores y texturas. Base arroz o noodles (fideo chino de arroz). Mucha verdura al vapor o frita; la carne en raciones para canario pero exquisitamente preparada. En origen preparado suave amable, no picante, bien condimentado..... sabroso. Te acercan aparte salsas picantes o agridulces para agregar.Mi preferido es cerdo en salsa agridulce con arroz. Licuados de lo que venga y cerveza barata y buena para tomar.


Las Chichí

Después de las Camboyanas, en Vietnam se encuentra una excelente selección de bebas. Con rasgos típicos vietnamitas o mezclados con chino, las chiquis de acá están muy buenas. Se visten muy bien, cosa que no sucede en los otros países recorridos (salvo Singapore).





Hoteles
Si bien los mas caros del SE Asiático, el estándar es tal vez el mas alto. Yo especialista en pujas y regateos, pago promedio 5 US. Baño privado, agua caliente y a veces tele. Son mega hoteles venidos a menos de propiedad estatal o cuidados mini hoteles privados.Uno hasta ascensor tenía (chupate esa mandarina).
Precios
"Sánguche" con pate, cerdo y pepino 3.000 Dongs (VND) 0.20 dólares. Coca de 1.5 litros 10.000 dong 0.65 U$. Desayuno, omelette en baguette y licuado de banana 1U$.
Cena chancho con arroz, bahhh...... arroz con chancho en realidad y cerveza de 800 cc, 2 U$.

Foto: Comiendo en un mercado Vietnamita , en este caso era muy limpio y la comida inmejorable.

Cultivos y riego
Hay que sacarse el sombrero y admirar los sistemas de conducción de riego y la prolijidad de los cultivos.
El 80 % de las tareas a manopla. Arroz, verduras, frutas, flores, todo cultivado con esmerado cuidado en cuanta partecita plana se encuentre.

INFIERNO (la guerra continúa)
La gente
El vietnamita promedio es mas pesado que el mercurio.
En la ruta te requeterecagan a bocinazos, te gritan desde atrás, el costado, te molestan tirándote piedritas, te acosan con cien hellouuu, guer'ar'iu'from, guer'ar'iu'gou', okey, sit'daun.La bici les causa risa y el saludo es distinto a otros lados. Todo lo que quieren saber es si les entendes o contestas. Todo es a los gritos y de forma exaltada.
Los chicos
Capítulo aparte. Es natural mi afinidad y amor para con los chicos. Pero acá son una fusión, una encarnación de Belcebú. El diablo hecho humanoide.Así me detenga en el punto más remoto me rodean de 10 o 15 y tocan todo, la bici, la ciclo computadora, los frenos, los cambios, les llama la atención los pelos en los brazos y en las piernas y me tiran los pelos. Lo desesperante es que nunca te libras de ellos y siempre aparecen de entre las grietas. Si bien en otras etapas del viaje me he divertido a morir con los chicos, acá me dan ganas de correrlos a sartenazos.
Foto: Los nenes se cruzan en las fotos agarran la bici juegan con los cambios apretan los frenos. Aaa ia basta ia! diria un amigo mio.




Los vendedores
Después de los chicos son los más tenaces hincha bolas que haya experimentado. Salí a caminar por 2 horas en Hoi An y conté en ese tiempo mas de 100 Hellow, guer ar iu from, motorcicle, bicicle, buy me, postcard o la concha de la lora; pero algo siempre te quieren vender. Y les tenés que responder sino te acribillan hasta lograr la respuesta. Mas que turismo es un calvario. En áreas no turísticas es mas tranquilo pero nunca estas exento.Sentado comiendo tenés que calcularle 12 vendedores por hora y en la playa 30 vendedores por hora.
El tránsito
El transito tiene como único inspector y organizador general, al diablo. Los autos y camionetas prácticamente no existen. Bicicletas, millones de motitos, ómnibus y camiones son entonces los mercenarios de la batalla.
Las manos para nuestros estándares no existen. Lo único que esta prohibido es detenerse, nadie se para en ninguna esquina ante ninguna causa.
Todo vehículo tiene una ultra poderosa bocina cuyo natural estado es sonando. En ciudades grandes hay algunos semáforos, pero estos no indican permiso o prohibición de paso. Indican probabilidad de colisión.
Si pasas en verde tenés un 20 % de chances de hacerte mierda, si pasas en rojo tenés un 50 % de chances de quedar enroscado con otro flaco enmotado. El amarillo es una carta de defunción ya que ninguno de ambos contendientes se fijan en nada.

Los camiones tienen bocinas que no pretenden alertarte sino que son directamente un escarmiento. Muchas veces te saludan con 2 o 3 simpáticos bocinazos que te dejan como Van Gogh, pintando la ruta y sin una oreja. Yo ya opté por salir a la ruta con un O.B. en cada oreja para evitar la sordera total. Los precios por ser turista es implícito tener que pagar entre un 100 a 500 % mas que un local. Esto sucede en hoteles, algunos transportes y comidas. Aceptarlo o a "iora al campito".
Vietnam es una mezquleta de lo mejor y peor del sudeste asiático.
Este caldazo esta poblado por 78 millones de flacos/as y muchos, muchos chicos. Todos ellos habitando un país no mas grande que Italia, con un producto bruto por habitante de 200 US anuales. Dos tercios del país es montañoso.
De pasado tortuoso, dominaciones hindú, china, francesa. Guerras antiguas y guerras contemporáneas.
En mi interpretación hay un airecillo en la gente como que el mundo occidental les debe algo. Y el turista es el representante mas a mano. Cuando pensas en todo ello, decís: “la verdad que es poco lo que te hacen”, tanto sufrimiento y tanta carencia. Sin embargo cuando tenés que bancar el asedio durante largo tiempo es muy difícil encontrar la explicación.
La paciencia se agota entre kilómetros, bocinazos y agresiones y cada hallouu es un arpón en vez de un empujón. Me ha sido muy difícil mantener el equilibrio en Vietnam, sin embargo lo estoy logrando y en buena forma.Si vas a viajar por corto tiempo no es un destino muy aconsejable. Para largos viajes, una vueltecilla por acá te enseña muchas cosas.
                                                                                                        Foto: No alcanzaba a parar que ya los ñomos se acercaban


En Vietnam la guerra no ha terminado. Se recrea cada mañana en batallas por la comida, por el espacio, por la salud. La batalla de la supervivencia se aviva cada día cuando sale el sol. Como en los noticieros, informo Fernando desde tierras de contradicción, porque Vietnam es infierno y es paraíso.

Abrazos a todos.
Fernando.

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